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Transportadora Patagónica

   …There was not a tree, and, excepting the guanaco, which stood on the hill-top a watchful sentinel over its hear, scarcely an animal or a bird. All was stillness and desolation. Yet in passing over these scenes without one bright objet near, an ill-defined but strong sense of pleasure is vividly exited. One asked how many ages the plain had thus lasted, and how many more it was doomed thus to continue.

None can reply-all seems eternal now.

The wilderness has mysterious thongue,

Which teaches awful doubt

Darwin, The voyage of the Beagle.

Santa Cruz

18 de octubre, 2016. Llego al puerto de Santa Cruz. La diferencia con los otros pueblos es mínima y, como en todos, aquí también existen placas que marcan referencias históricas y letreros alusivos a las Islas Malvinas: “Eran, son y serán nuestras”. Al ser un poblado tan pequeño, todo es centro; ni siquiera cuenta con código postal de tan chico. Existe una calle costera donde se observa la gran desembocadura del río que es imposible distinguirlo del mar.

13 de abril 1834. Ancla el Beagle en el puerto, el capitán Fitz Roy, organiza una expedición río arriba para encontrar su origen, con la esperanza de encontrar un cruce transoceánico; utilizan tres balsas balleneras donde se encuentra el joven Darwin; llevan alimento para tres semanas.

Punta Quilla

19 de octubre, 2016. Me dirijo al extremo de Bahía Grande, el paisaje sigue mostrando la misma desolación de siempre. Casi al final del camino observo un par de muelles y enormes maquinarias abandonadas, tanto como una caseta de vigilancia. La carretera ha terminado, bajo del coche y continúo a pie por la playa. Camino por el extenso arenal mientras baja la marea que paulatinamente pone al descubierto enormes piedras que han caído de las calizas montañas que dividen el mar de la estepa.

Isla Pavón

20 de octubre, 2016.  He llegado a Isla Pavón, un lugar turístico. Más que una isla es, en realidad, una serie de pequeños islotes donde las mareas determinan su número. La tranquilidad del río es singular y sólo observándolo detenidamente noto su pausado movimiento.

Hoy es día feriado, la gente del pueblo Comandante Luis Piedra Buena se organiza en la isla y prepara asados y escucha música desde sus autos. Al bajar el sol, la gente regresa a sus casas. Basta un par de horas para encontrarme solo, aparentemente. Decido montar una carpa para pasar ahí la noche, comienzo a armarla cuando apareció el guardaparques quien, amablemente,  me recomienda mover el campamento a un punto más alto, “ya que la marea puede llegar a subir hasta doce metros de altura durante la madrugada”, previene. Imagino, entonces, ésa, la fuerza de la marea empujando al río hacia su origen. Muevo la tienda.

Comienza a oscurecer. Escucho unos caballos cruzar el río. Con gran calma observo, por vez primera, las constelaciones del cono sur.

20 abril, 1834. Las balsas balleneras inglesas funcionan como unidades independientes, mientras unos duermen otros montan guardia. Darwin encuentra el esqueleto de un caballo y huellas de los indios, saben que son observados y hasta llegan a escucharlos, pero, jamás logran ver a los tehuelches.

Carretera Federal Nueve

21 octubre, 2016. Pasan horas sin que pueda mirar el río. Cuando por fin aparece, lo observo a la distancia como una delgada línea turquesa sobre el desierto. Mientras manejo sobre el camino de terracería, no observo más autos; es la auténtica Patagonia inhóspita. Conforme pasa el tiempo, los grupos de guanacos son cada vez mayores y menos tímidos; observo emús, mofetas, zorros y liebres; pero, a diferencia de Darwin, no veo ningún cóndor.

27 abril 1834. La corriente es tan fuerte que optan por amarrar las tres balsas y arrastrarlas por el río. La esterilidad y monotonía del paisaje sigue abrumando a Darwin y comenta que, al observar una gran piedra, un tronco que arrastra el río, o bien, algunos arbustos, estos se convierten en “grandes eventos”, en puntos de referencia que animan seguir adelante.

 

29 abril, 1834. Por primera vez logran ver el origen del río, la gran cadena montañosa de los Andes y sus picos nevados.

 

4 mayo, 1834. El capitán Fitz Roy ordena no llevar los botes más arriba, según los cálculos de Darwin se encuentran a 140 millas del Atlántico y a unas 60 millas del Pacífico, si estos datos fueran ciertos la expedición inglesa se quedó a unos escasos 25 km del lago Argentina. Y lo que tomó subir 25 días, logran bajarlo en una semana.

Cóndor Cliff

21 octubre, 2016. Después de varias horas sobre la carretera noto una desviación que posiblemente me pueda llevar al río; decido tomarla y, después de un rato, llego a una mina de arena abandonada a la orilla del río. Grandes peñascos se sumergen en el agua, quiero imaginar que Darwin -hace 182 años- también los observó. Es imposible saber cuándo fue abandonada la mina. Todo es desolación. Conforme me acerco al origen del río lo encuentro más violento, más vivo y cada vez más color turquesa.

Lago Argentina

22 de octubre, 2016. Recorro la carretera periférica del lago, la vastedad de su paisaje es tan abrumadora que pareciera que el hombre jamás perteneció a éste que jamás estuvo aquí. 

Glaciar Perito Moreno

24 octubre, 2016. Son catorce glaciares los que forman la gran masa continental de la Patagonia. El Perito Moreno marca el fin de la congelación y representa un gran témpano de 60 metros de altura que se encuentra en constante movimiento; lentamente avanza dos metros diarios y, cada cuatro años, registra una gran ruptura. Mi mayor sorpresa es el ruido que acompaña los desplazamientos, se trata de estallidos que parecen venir del interior del enorme cuerpo de hielo. Observo en el lago los enormes bloques de hielo flotando que se derretirán y formarán parte del río.

Creo que es imposible definir el punto de origen de cualquier gran río en el mundo.

Calafate

26 octubre, 2016. Existe un proyecto, encabezado por una empresa china, para la construcción de dos represas en el Río Santa Cruz. Imagino la inundación del paisaje patagónico, el desierto se llenará de agua, se modificará su paisaje irremediablemente, eliminando así la posibilidad de imaginar la expedición del Beagle llevada a cabo en 1834.

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